República Dominicana inició el censo de venezolanos indocumentados, que tiene como fin regularizar su situación migratoria, como parte del «plan de normalización» que puso en marcha el gobierno de Luis Abinader, el pasado mes de enero.
Este plan no implica un proceso de residencia permanente, sino la posibilidad de otorgarle 60 días a la persona para salir del país o solicitar una visa de trabajo ante el Ministerio de Exteriores, renovable cada año, y posteriormente un documento de identidad.
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Para participar en el censo se debe pagar un monto de 115 dólares por concepto de multa. En total el proceso cuesta unos 300 dólares por persona.
Dicho monto es más que un salario mínimo de ese país, que se ubica en 230; por lo que para muchos migrantes es inaccesible, debido a que en la mayoría de los casos están en trabajos con salarios subpagados.
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Actualmente en República Dominicana unos 115.000 venezolanos viven de forma irregular, quienes han visto muy positivo este plan, de acuerdo al Director de Migración de ese país, Enrique García.
