Es una realidad, que en muchas ocasiones las personas sacrifican sus 8 horas de descanso en la semana por concentrarse en el trabajo o la escuela.
En estos casos, buscan compensar el sueño durmiendo los fines de semana, sin embargo; se quedan con la sensación de que no es suficiente.
Según explica la bióloga Melissa Pandika, el sueño tiene cuatro etapas, las cuales se completan varias veces cada noche. «Las primeras dos etapas son de sueño ligero, la etapa 3 es de sueño profundo y restaurador y la última, es la más profunda, durante la cual se sueña.» afirma Pandika
Al privarnos del descanso en la semana, estamos conscientes de que son horas que se acumulan; pero, el sentimiento frustrante viene cuando intentamos compensar esas horas el fin de semana y no nos sentimos descansados o renovados.
Mic a Xue Ming, profesor de neurología, le encuentra una explicación a esto, por lo que establece lo siguiente: “Cuando uno paga la deuda de sueño el viernes a la noche; pasa más tiempo de lo habitual en la etapa 4, un fenómeno conocido como recuperación REM”.
Sin embargo, es justo esto lo que no permite descansar, ya que pasamos la mayor parte del tiempo con nuestra mente llena de vivencias y recuerdos que nos mantienen activo inconscientemente.
Por dicha razón, la mejor etapa de sueño para descansar es la 3. Si bien el sueño REM elimina las toxinas en el cerebro y consolida los recuerdo, no nos deja descansados como el sueño profundo.
Por otra parte, la sensación de que no descansamos también puede deberse a la “inercia del sueño”. Se trata de un aturdimiento, y hasta de cierto deterioro del rendimiento cognitivo; sobre todo a los pocos minutos de haberse despertado.
Ante esta situación, lo más recomendable por los expertos es mantener un sueño regular; es decir mantener horarios fijos para dormir.
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