La Organización Mundial del Comercio (OMC) queda acéfala a partir del lunes 31/08 luego de la renuncia del director general del organismo. El brasileño Roberto Azevêdo deja su cargo en medio de la crisis del coronavirus tras su contratación por una multinacional.
Azevêdo que anunció su retiro el pasado 14 de mayo, fue elegido para dirigir la OMC en el 2013. Así mismo en el 2017 se reeligió en su cargo para un segundo mandato.
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El abandono del cargo del brasileño deja a la OMC en medio de una crisis institucional que le impide la toma de decisiones. El organismo sufre por la acción decidida de Donald Trump, presidente de EEUU de atarla de manos.
OMC bloqueda
A finales de 2019 la OMC estuvo al borde de un cierre administrativo. EEUU se negó a aprobar un presupuesto a último minuto. De este modo se aseguró que no se aprobaba partida alguna para los árbitros del Órgano de Apelación que finalizaban su mandato.
El Organo de Apelación se convirtió así en un rehén de Trump, según señala EFE.
Con esta táctica EEUU impide que la OMC dicte sentencia en disputas comerciales entre sus países miembros, lo que impide su funcionamiento a cabalidad. Él Organo de Apelación funciona como órgano de última instancia en los diferendos comerciales que los Estados deben de acatar.
EEUU bloquea el nombramiento de los jueces para el reemplazo de aquellos que cesaron en sus funciones.
Renuncia en medio de la parálisis institucional
A la renuncia en medio de la parálisis internacional se le suma la mala imagen que acarrea la aceptación de Azevêdo de un cargo en la Pepsi a partir de mañana 1 de septiembre.
«Azevêdo se encargará de reforzar los esfuerzos de PepsiCo en sus relaciones con gobiernos, entidades reguladoras, organizaciones internacionales y partes interesadas no gubernamentales», reza el comunicado de Pepsi donde informa del fichaje del brasileño.
La amplia red de contactos tejida por Azevêdo durante sus siete años al frente de la OMC son ideales para ejercer sus nuevas funciones en la multinacional.
«Estoy encantado de unirme a PepsiCo en un momento en el que el fortalecimiento de las relaciones entre las empresas, los gobiernos y la sociedad es esencial para generar crecimiento durable e inclusivo a largo plazo» señaló Azevêdo.