Un equipo de expertos tecnólogos pone al servicio de la colectividad una base de datos con herramientas innovadoras, resumidas en varias apps en Venezuela como mecanismo de ayuda contra el Covid-19.
Este mecanismo se basa en una base de datos de clínicas y hospitales, un catálogo de bioseguridad para negocios o un directorio que ayuda a buscar medicinas u oxígeno.
Esta aplicación denominada Docti.App es descargable en smartphones, un mercado que aumentó durante 2019.
Sancionaron a Venezuela para evitar que acceda a tecnología estadounidense
Este avance se realizó desde el estado Anzoátegui, por Wilmer Toyo quien desarrolló Docti.App, que es un directorio de servicios como farmacias, traslados de emergencias y alquiler de bombonas de oxígeno. Así lo reseñó el portal Banca y Negocios.
Toyo quien es desarrollador web explicó que «Esa información está súper dispersa», y por eso la idea es centralizarla «en una sola app».
También el especialista detalló que, la app despliega un listado filtrable de establecimientos con sus respectivos números. Éstos son confirmados por su creador y otros colaboradores.
Hasta ahora la aplicación funciona en cuatro estados, y esperan colocarla en funcionamiento óptimo en el resto del país.
«En momentos de emergencia uno lo que quiere es resolver rápido (…), la app es genial porque te ahorras tiempo». Esto lo aseguró María Ramos, ingeniera química de 30 años, desde Puerto La Cruz, Anzoátegui. «Pinchas las farmacias, por ejemplo, y te manda a la función de llamada y ya».
Otras dos apps venezolanas
Por otro lado también aparecen dos apps más que son Javenda, que navega por un mapa de Venezuela desplegado, con coloridos puntos. Es un directorio interactivo que enlaza a sus usuarios con Google Maps para llegar rápidamente a los abarrotados centros de salud. Esta herramienta fue pensada por José Miguel Avendaño.
Igualmente, otro desarrollo es Nezha, con su celular, Rebeca Paredes escanea un código QR y aparece una flor de loto con la palabra Nezha.
Es el logotipo de un prototipo de app sobre medidas de bioseguridad y seguridad industrial que Rebeca desarrolló junto a su compañera Wanda Tremont, ambas de 16 años, impulsadas por una competición mundial para jóvenes.