Trump pide al tribunal poder revisar material clasificado. El expresidente de EEUU Donal Trump solicitó a que le permita revisar con su equipo legal en un lugar distinto al designado los documentos clasificados.
Los hallados en su residencia y club privado de Mar-a-Lago, en la costa sureste de este estado.
Documento
En un documento de 99 páginas, la defensa de Trump respondió a una petición del Gobierno sobre protección información clasificada.
Y pidió a un tribunal de la ciudad de West Palm Beach poder examinar y debatir sobre el material clasificado en «lugares aprobados que no sean las instalaciones designadas» para ello en el Distrito Sur de Florida.
En la moción, interpuesta hoy en la corte de la citada ciudad, al norte de Miami, se alegan además «costos prácticos y logísticos».
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La moción, a la que tuvo acceso EFE, solicita ubicaciones aprobadas bajo lo que se conoce como Instalaciones de Información Compartimentada Sensible (SCIF).
Además, que incluyan espacios donde Trump «anteriormente discutió (y revisó) información clasificada durante su mandato como presidente de los Estados Unidos», cerca de su residencia personal.
«Para que el presidente Trump y su equipo legal puedan discutir información clasificada de manera sustantiva con la regularidad necesaria».
«Para preparar una defensa adecuada, solicitamos respetuosamente que la Corte apruebe el restablecimiento de una instalación segura», argumenta la moción.
De esta manera, añade, que el presidente Trump solicita respetuosamente que se modifique la orden de protección propuesta por la CIPA.
O Ley de Procedimientos de Información Clasificada (Classified Information Procedures Act).
«El presidente Trump se opone a la orden de protección propuesta en la medida en que no le permite a él».
«Y a su abogado discutir el material supuestamente clasificado relevante dentro de un instalación segura apropiada en o cerca de su residencia personal», precisa el documento.
En cuanto a los cargos adicionales que se le imputaron a Trump el 27 de julio pasado, dos de ellos relacionados con presuntos intentos de eliminar imágenes de video de vigilancia en su residencia de Mar-a-Lago.
La defensa defiende que «no se borraron ni destruyeron cintas de video».
De hecho, apunta, Trump presentó a la oficina del fiscal especial «lo que equivale a más de ocho años de imágenes de CCTV (circuito cerrado de televisión»).
Con información de EFE
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