El Niño Jesús es el nombre con el que se reconoce la devoción de los fieles católicos a la infancia de Jesucristo, desde su nacimiento hasta los 12 años.
En algunas partes de España, Latinoamérica y Europa Central el día de Navidad, los regalos no los lleva Papá Noel, ni los Reyes Magos, sino el Niño Dios, como cariñosamente se le llama al Niño Jesús.
Esta costumbre se conserva en lugares cuyas tradiciones están menos influidas por el advenimiento de las celebraciones anglosajonas. La mayor parte de los festejos son el 25 de diciembre.
El propio Niño Jesús es quien trae los regalos de Navidad a los niños en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Perú. También en Panamá, Puerto Rico, Venezuela, Bolivia y en México, en especial en zonas rurales. En casi todos los demás países la figura que trae los regalos es Santa o los Reyes Magos
Los pequeños de la casa escriben una carta que se coloca en el tradicional pesebre para pedir obsequios como recompensa por el buen comportamiento que han tenido durante el año. Casi siempre solicitan juguetes y golosinas u otros favores y peticiones.
Esta presencia del Niño Jesús, se debe a que en América Latina, la tradición cristiana está muy arraigada. Básicamente, tiene más fuerza el Niño Jesús que Santa Claus.
La tradición de Niño Jesús también se extiende a países de África con mayores recursos, y para el resto los obsequios se limitan a una Nochebuena con algo de comer.
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El Niño Jesús llega el 24 de diciembre a las 12, hora en la que nace el niño Dios. Las familias explican a los pequeños que los regalos solo podrán llegar si están dormidos en ese momento, lo que no les permite conocer a su misterioso y generoso amigo. Para otros, los regalos se reciben debajo de la cama, a los pies de sus zapatos.
Los infantes en edad escolar ven el regalo de “Niño Jesús’ como un premio a su desempeño en la escuela y comportamiento en casa. Es normal escuchar a padres y madres advertir “si no te portas bien no te dejarán los Reyes o el Niño Jesús”.
La tradición de regalar juguetes a infantes es herencia del cristianismo y la devoción al Niño Dios, nacido en un establo. Por esta razón, los padres y madres entregan juguetes la madrugada del 25 de diciembre para mantener la ilusión de los niños.
Los niños empiezan con ansias estas fechas. La misma noche del 24 a las 12, o el 25 en la mañana, se ven en los vecindarios llenos de alegría por sus regalos.
