Las recientes lluvias torrenciales llevaron al límite la capacidad de numerosos embalses, lo que obligó a la apertura de sus compuertas.
Ante esta situación, surge una pregunta clave: ¿podría aprovecharse todo ese excedente de agua para crear un sistema de almacenamiento energético a gran escala para las energías renovables?
Galicia
En Galicia, esta idea está en proceso. La que se convertirá en la central hidroeléctrica reversible más grande de España, denominada Conso II.
Se ubicará en el cauce del río Bibey, en la provincia de Ourense, según informa el Faro de Vigo.
El proyecto, que impulsa Iberdrola con una inversión de 1.500 millones de euros, aprovechará un desnivel de 690 metros existente entre los embalses de Cenza y Bao.
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Esta innovadora infraestructura, también conocida como planta hidroeléctrica de bombeo, funcionará como un gigantesco sistema de almacenamiento energético.
En momentos de sobreproducción de energías renovables, la central utilizará ese excedente para bombear agua desde el embalse inferior hacia el superior.
Periodos
Posteriormente, en periodos de alta demanda, el agua descenderá, y accionará turbinas que generarán electricidad, y actuará así como una batería natural subterránea.
Según La Voz de Galicia, la concepción inicial del proyecto contemplaba una central de 900 MW, pero estudios adicionales de Iberdrola llevaron a la decisión de duplicar su capacidad hasta los 1800 MW.
Sin embargo, estos mismos análisis revelaron la presencia de riesgos geológicos en la zona destinada a la excavación de la gran caverna subterránea que albergará una parte significativa de la central.
En respuesta a estos hallazgos, la Xunta de Galicia autorizó la realización de nuevas investigaciones geotécnicas, tal como informó el citado medio gallego.
Estudios
Estos estudios incluirán la excavación de una galería de acceso de 1.500 metros y otra de 200 metros, lo que permitirá una evaluación directa del terreno antes de iniciar la construcción principal.
En relación al impacto ambiental, un tema sensible en el desarrollo de grandes proyectos energéticos, el Faro de Vigo señala que las autoridades estimaron que este será mínimo debido a la naturaleza subterránea de la infraestructura.
Además, la Conselleria de Medio Ambiente enfatizó que el proyecto no afectará a la Zona de Especial Conservación (ZEC) del Macizo Central, integrada en la Red Natura 2000.
No obstante, tal como detalla El Progreso, el informe ambiental identificó diversos aspectos que requerirán una gestión cuidadosa durante la fase de ejecución.
Entre ellos se encuentran el considerable volumen de movimiento de tierras, el impacto acústico y las vibraciones generadas durante la construcción.
Cumplimiento
Por este motivo, se exigirá el cumplimiento estricto de la normativa vigente en cuanto a niveles de ruido y la presentación por parte de Iberdrola de un estudio exhaustivo sobre las posibles afecciones a las poblaciones cercanas.
En un contexto nacional donde las energías renovables alcanzaron el 63,9% de la generación total el año pasado, con la eólica y la solar a la cabeza, la necesidad de soluciones de almacenamiento eficientes se vuelve crucial para gestionar su intermitencia.
Según La Voz de Galicia, los trabajos de construcción de esta central hidroeléctrica se extenderán durante aproximadamente 21 meses.
A los que se sumarán tres meses adicionales para completar los sondeos técnicos, lo que implica que aún habrá que esperar para ver este ambicioso proyecto en funcionamiento.
Con información de Xataca
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