Este miércoles, Estados Unidos abandonó formalmente el acuerdo de París sobre el clima y su regreso dependerá del resultado de las elecciones presidenciales.
El demócrata Joe Biden prometió que reincorporará a su país al acuerdo si accede a la presidencia. De lo contrario, de resultar electo el republicano Donald Trump, EE.UU. quedará por fuera del acuerdo.
Posiciones de Trump y de Biden
En relación al cambio climático Biden propuso un plan de 1,7 billones de dólares para que Estados Unidos llegue a un neto de cero emisiones de carbono en 2050.
Entre tanto Trump, que debilitó varias protecciones medioambientales durante su gestión, defiende la industria de los combustibles fósiles y cuestiona el cambio climático.
Según un informe del grupo America’s Pledge, si Trump logra la reelección, la lucha contra el cambio climático será responsabilidad de los estados, ciudades y empresas; sin el apoyo de Washington, las reducciones llegarían hasta un 37% de las emisiones de carbono de Estados Unidos de aquí a 2030.
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De obtener la victoria Biden, Estados Unidos deberá notificar oficialmente a la ONU su voluntad de reingresar al acuerdo de París.
Acuerdo de París
Uno de los objetivos del acuerdo de París, es limitar el alza de las temperaturas a 1,5 °C respecto a la era preindustrial.
El acuerdo entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, justo 30 días después que 55 países miembros de la Convención sobre Cambio Climático de la ONU depositarán formalmente el documento de ratificación.
Impacto ambiental
Las organizaciones ambientalistas dicen que el anuncio de Trump de retirarse del acuerdo de París hace tres años allanó el camino a que países como Australia, Arabia Saudita y Brasil relajaran el cumplimiento de sus metas.
Los devastadores impactos del cambio climático ya se viven; como la pérdida de hielo polar (se prevé que el Ártico esté libre de hielo para mediados de siglo), el aumento del nivel del mar, sequías y olas de calor dilatadas y agudas, huracanes más fuertes y modificaciones en los esquemas de precipitación.
Las naciones insulares enfrentan el riesgo de quedar completamente sumergidas.