Ya han pasado 6 meses desde que Venezuela decretó emergencia nacional en el territorio por la pandemia del coronavirus o Covid-19. Nos encontramos en el tercer trimestre de 2020 y el año se ha vuelto uno de los más complejos en la historia del país
Es una realidad que Venezuela ha tenido que padecer dos virus letales: El coronavirus, y la destrucción aún más a fondo de la economía, pues ya van varios años que el país se encuentra en crisis económica. Incluso, según los datos registrados, es lamentable este último mencionado, el cual ha sido más devastador que el primero.
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«El impacto de las restricciones de movilización por la cuarentena, el cierre de empresas, así como, la escasez de combustibles en la actividad económica provocó un aumento del 25% al desempleo existente en todo el país.» afirmó Informe de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello
Así mismo, el informe establece que los escenarios indican que, al menos, 20% de las empresas existentes en marzo, no está en condiciones de sobrevivir. Por lo que deben adoptar medidas urgentes y potentes para rescatar la economía, antes de que termine decayendo por completo.
Sectores afectados por el covid-19
Entre los sectores que han perdido más en esta pandemia se encuentra: el turismo, el transporte aéreo y hotelería, la industria del plástico, el transporte terrestre y servicios de reparación.
De igual forma, están las ventas de repuestos automotrices, talleres mecánicos; ropa y calzado que igualmente han tenido una caída notable.
En este sentido, si no se toman medidas a tiempo, los próximos meses pueden llegar a ser muy complicados y devastadores no solo para estos, si no para todos los sectores.
Es un tema preocupante, pues la infección económica que trajo el SARS-Cov-2, puede hacer llegar a un 76% de la población en una condición económica de pobreza multidimensional.
Sin embargo, aunque los indicadores muestran escenarios catastróficos, hay que pensar en que existe un mercado que demanda bienes y servicios al que se debe atender; solo que se debe extremar la gestión de riesgo y medir cada paso con sensatez y responsabilidad.
