La Fundación sin fines de lucro Petróleo por Venezuela propuso este jueves usar el oro depositado en el Banco de Inglaterra, para ser usado en la adquisición de las vacunas contra el Covid-19.
A través de un comunicado, dicha fundación recomendó que formarán un acuerdo entre Maduro y Guiadó y que soliciten de manera conjunta el acceso a una parte cercana a los 2.000 millones de dólares que reposan, en forma de 33 lingotes de oro, en el Banco inglés.
“Estimamos que Venezuela necesitará en una fase inicial entre 10 y 15 millones de vacunas. Dependiendo de cuál de las vacunas en desarrollo resulte ser disponible, esto puede implicar desembolsos de entre 70 y 350 millones de dólares”, añadió la fundación en el comunicado.
Advirtió que el régimen tiene acceso para poder distribuir las dosis en el país pero no para adquirirlas debido a las sanciones de Estados Unidos.
“La oposición que encabeza Juan Guaidó tiene la capacidad de entrar en contratos y hacer pagos válidos en las jurisdicciones donde están incorporadas la mayoría de las compañías productoras de estas vacunas”; agregó, pese a que el opositor no cuenta con autorización real para tocar esos fondos.
De igual forma, consideran que es necesario que agencias internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); colaboren con la compra y distribución de las vacunas para que sea más transparente el uso de los recursos.
AstraZeneca deberá realizar un estudio adicional para confirmar sus datos
Autonomía del oro
El tema radica en lo que decida la justicia británica en el caso del oro venezolano. La semana pasada este se complicó luego de que el bando que representa a Juan Guaidó interpusiera un recurso ante el Tribunal Supremo británico.
Buscan anular un dictamen del 5 de octubre hecho por el Tribunal de apelaciones de Londres.
Este tribunal anuló un falló del 2 de julio que otorgaba a la junta Ad Hoc de Guiadó el control sobre el oro venezolano.
La corte rechazó que el gobierno de Boris Johnson reconociera inequívocamente a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Esto es un detalle clave para decidir quién se queda con la autoridad sobre los recursos.
En el dictamen, el Tribunal de Apelaciones remitió de nuevo el caso al Superior. Esto para que pregunte de nuevo al gobierno británico a quién reconoce realmente en Venezuela.