Glass Marcano es una joven de 24 años, alumna de El Sistema donde se forman jóvenes músicos venezolanos. Hace tres meses tuvo la oportunidad de salir de Venezuela y hoy en día se encuentra cosechando éxitos con una orquesta en París.
La joven tuvo la oportunidad de ser entrevistada por BBC Mundo News, con una entrevista por teléfono desde París; y cuenta un poco sobre su trayectoria en este mundo de la música.
En primer lugar, la joven que vivía en Caracas , cursaba estudios de música simultáneamente con su carrera de Derecho.
En su momento, Marcano confiesa que para ella, cualquier oportunidad que se le presentara de dirigir una orquesta la debía aprovechar. Así mismo señala: «El año pasado dejé de dirigir la orquesta que yo tenía en Caracas e hice un plan por el interior del país para dirigir varias orquestas».
Su gran bendición vino cuando Glass decidió investigar en Google acerca de concursos para dirigir orquestas; y encontró «La Maestra», el primer Concurso Internacional para Mujeres directoras de orquesta de la historia de organizó en la capital francesa.
Resulta que a pesar de que le había llamado la atención, la artista se desanimó al ver que el costo para la inscripción era de 150 euros; cifra que con el bajo salario que ganan los venezolanos se la hacía imposible pagar.
En su momento decidió olvidar el tema, pero su deseo de competir seguía latente y en agosto tomo la decisión de pedir ayuda a amigos y familiares fuera del país, para cumplir sus sueños.
De esta forma, pudo recolectar el dinero e inscribirse; y a finales de octubre le confirmaron que había sido seleccionada para el concurso. El mismo iba a celebrarse en marzo de 2020.
Romain Fievet, de la orquesta París-Mozart cuenta su perspectiva de la historia…
Romain Fievet es una de las organizadoras del evento, y ante la solicitud de Glass Marcano señala: «Recibimos 220 solicitudes y el comité de selección eligió a Glass Marcano de forma unánime. Artísticamente sus videos mostraban auténtico carisma, gran energía, conocimiento real de las partituras y obviamente, ritmo corporal”.
Igualmente, menciona que tan pronto como le llegó la noticia, Marcano las tuvo que contactar; pues no tenía las maneras de llegar a París a competir.
Resulta que en el momento que cae definitivamente la pandemia, (marzo de este año); todo comenzó a posponerse, y el concurso ahora tenía fecha de septiembre.
En ese entonces quiso aprovechar el tiempo, e ir a Yaracuy a trabajar con su mamá vendiendo frutas. De esa forma, ahorraría dinero y podría comprarse alguna ropa para el viaje.
En medio de todo el caos a nivel mundial, Venezuela mantenía sus aeropuertos cerrados; y tomar la decisión de irse por Bogotá se le hacía muy difícil ya que tenía miedo a contagiarse.
Su oportunidad de irse vino cuando llega la noticia de que se haría un vuelo humanitario hasta Madrid. «Ahí empezó toda la preparación para montarme a mí en ese avión a Madrid”, señala.
Así mismo la orquesta París Mozart y la Filarmónica la apoyaron al contactar a la embajada francesa en Caracas para obtenerle un visado y un lugar en un vuelo humanitario. «Estaba decidida, mostraba arrojo y determinación, y eso es lo que se requiere para ser directora”.
Cabe destacar que este representaba el primer vuelo para la venezolana, la primera vez que salía del país.
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La competencia
Glass llegó a horas para iniciar la competencia, y se enfrentó a un mundo completamente diferente. Lo más difícil fue llevar una orquesta en un idioma que no era el suyo, pero pudo lograrlo.
“Personas del jurado me dijeron que estaban sorprendidos de que hubiera llegado a la semifinal con tanto nivel en la competencia». Marcano no obtuvo el primer lugar, pero si un premio especial elogiando su esfuerzo.
Actualmente se encuentra aún viviendo en París a pesar de que sus planes eran regresar a Venezuela a culminar su carrera. Está agradecida de tener una mejor calidad de vida y dispuesta a trabajar de lo que sea para ayudar a su familia.
Por último, y opinando ante su historia, Fievet afirma: «Debemos ayudarla a profundizar su conocimiento y a protegerla de esa agradable y compasiva reputación que se enfoca más en su historia personal que en la profesión de dirigir una orquesta”.
