El gigante energético británico BP experimenta enormes pérdidas durante el 2020 por 20.300 millones de dólares. El año pasado las empresas petroleras experimentaron la crisis del coronavirus con la subsecuente bajada de los precios del barril de petróleo y BP no escapó a ello.
Precios bajos del gas y del petróleo llevaron a BP a un balance negativo para el 2020. Analistas del sector señalan que las pérdidas son superiores a las esperadas y dejan en evidencia el enorme costo de la pandemia, dice Energyvoice.
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Durante el 2019 la compañía obtuvo un beneficio neto de 4.000 millones de dólares, reseña AFP.
Pese a las cifras en rojo, Bernard Looney, director ejecutivo de BP, se mostró optimista frente al futuro de la compañía. El ejecutivo espera que el lanzamiento de nuevas vacunas y las estrategias que implementará BP ayuden a superar la crisis.
El inicio de una guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia llevó a un aumento de la producción cuando la pandemia hacía efectos en la disminución de la demanda. El exceso de crudo en el mercado y la caída de los precios incluso a niveles negativos, sacudió los cimientos de las grandes compañías petroleras como BP y ExxonMobile.
Pese a la recuperación de los precios por encima de 50 dólares el barril del crudo, aún se mantiene por debajo de los niveles de inicio de 2020.
En espera que la demanda se recupera, la incertidumbre aún reina en el mercado con la aparición de nuevas cepas del covid-19.
Pérdidas de 10.000 puestos de trabajo
Como respuesta a a crisis, BP se vio obligada a eliminar 10.000 puestos de trabajo desde la llegada de Looney a la irección de la empresa.
La reducción se dio en todas la áreas, desde los altos cargos hasta los equipos de exploración. Reuters informó el mes pasado que el equipo de exploración apenas cuenta con menos de 100 personas. Antes de la reducción impuesta por Looney en respuesta a la crisis existían 700 personas en esa área.
El gigante petrolero se encuentra en un proceso de transformación a nuevas fuentes de energía. La semana pasada BP anunció la adquisición del 50% de los proyectos eólicos Empire y Beacon en la costa este de EE. UU.
La compañía planea reducir en un 40% la producción de gas y petróleo en 10 años.
