El canciller de la dictadura madurista, Jorge Arreaza, aseguró que la posibilidad de elevar las relaciones con España, luego de que el Gobierno español decidiera no enviar embajador a Caracas.
Estas declaraciones las ofreció Arreaza este martes #17Nov las cuales fueron publicadas por el portal Efecto Cocuyo. El canciller de Nicolás Maduro indicó que durante su visita a Bolivia se reunió con la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya. Detalló que hablaron “largamente” acerca de la relación entre ambos países.
“Conversábamos con la ministra Arancha Gonzalez Laya en Bolivia, recientemente, de la necesidad de que nuestra relación se eleve a un nuevo nivel, con mucho respeto”, dijo Arreaza tras recibir la acreditación del nuevo encargado de negocios español en Caracas, Juan Fernández Trigo.
Asimismo, Arreaza, indicó sobre la inversión venezolana; la cual está creciendo en España, una situación que considera recíproca.
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“Cuánta inversión venezolana no se está generando ahora en España y cuánta inversión española no hay en nuestro país”, subrayó.
Discutieron sobre las presiones de España a Venezuela
Asimismo, Arreaza indicó que dialogaron acerca de “las presiones que se han generado, de la comunidad española o de ascendencia española en Venezuela, de la comunidad venezolana en España”.
Se refirió además de “la necesidad de afianzar” y elevar las relaciones entre los dos países; al “pasar página y avanzar hacia un nuevo momento de la relación con el reino de España”.
Por su parte, Fernández Trigo indicó que “desde el primer minuto del ejercicio” de su función, va a “representar a España y, por lo tanto, a todos los españoles”. Del mismo modo, lo hará ante “Venezuela y, por tanto, ante todos los venezolanos”.
“Me va a guiar el interés por hablar con todos los venezolanos, con toda la sociedad venezolana y tratar de ser útil en la medida de las posibilidades; para ayudar a superar las dificultades que afectan a los venezolanos”, acotó.
En este sentido, Trigo aseguró que todos sus actos “van a estar presididos por el respeto, por un intento de ser objetivo”. Así como por “un respeto absoluto a la Convención de Viena”, que rige las relaciones diplomáticas.
