Venezuela se convertirá en una de las pocas naciones del mundo que verá reducido su déficit fiscal durante 2020. Esto en un año, que de acuerdo a analistas se pronostica una reducción de la economía en otro 20%.
A medida que los gobiernos se endeudan e implementan paquetes de ayuda para afrontar la crisis del Covid-19, Venezuela normalmente derrochador asume el camino contrario. Así lo determina un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello publicado por Bloomberg.
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Con una reducción del 7,9% del producto interno bruto (PIB) en 2020 (cae 11% respecto al 2019), Venezuela es el único país de toda América que endurece su régimen fiscal en la pandemia. Esto en medio de una hiperinflación y escasez de productos e insumos de todo tipo.
Por su parte Econométrica también prevé una reducción del déficit fiscal para este año. Francisco Rodríguez, profesor visitante de la Universidad de Notre Dame, estima una reducción de apenas un 4,8% del PIB. La cifra es incluso menor a la de Alemania, un país conocido por su mesura fiscal. El gasto gubernamental cayó 29% en términos reales en el segundo trimestre respecto del año anterior, según Econométrica.
“Estos números parecen bajos, pero para tener un déficit alto tienes que tener cómo financiarlo y a Venezuela definitivamente nadie le presta internacionalmente”, dijo Rodríguez.
Siete años de recesión continua
Luego de casi siete años continuos de recesión, la más profunda de su historia, la economía venezolana caerá otro 20% este año. Todo esto a medida que la crisis del coronavirus crece y agrava la recesión por el colapso los ingresos petroleros, las malas decisiones administrativas y las sanciones de EEUU.
Pocas naciones en el mundo reducirán su déficit presupuestario en 2020. Según el Fondo Monetario Internacional, Dominica, Timor Oriental, la República Democrática del Congo, Guinea-Bisáu, Guyana, Kenia, Lesoto y Zambia tendrán una disminución de la brecha fiscal. El multilateral no tiene un pronostico para este año de la economía venezolana y además el régimen de Maduro retrasa la entrega de sus índices macroeconómicos.
A Venezuela le quedan pocas fuentes para acceder a dinero fresco en el mercado internacional. El incumplimiento en los pagos generados por los bonos de 2017 y las sanciones de EEUU, limitan al país suramericano el acceso a mercados internacionales. El gobierno, históricamente populista, ha tomado medidas para tratar de controlar el gasto público limitando la impresión de dinero inorgánico en su intento de frenar la inflación.
Rusia y China, sus aliados internacionales limitan su ayuda a extender su deuda pero sin la inyección de nuevo dinero fresco a Venezuela.
De cara a las elecciones
De acuerdo al indicador Café con Leche de Bloomberg, la hiperinflación se estima en 2.400% anual. Esto diluye la capacidad de gobierno de financiarse por el efecto Olivera-Tanzi.
Para la economista Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera, el gobierno inevitablemente caerá en la tentación de financiarse con la impresión de dinero, ya que se queda sin opciones. De cara a las elecciones parlamentarias en diciembre, el régimen se hará más reacio a evitar el gasto según Bloomberg.