El salario mínimo en Venezuela, ha perdido cerca del 50 % de su valor, como resultado de la devaluación del bolívar frente al dólar, divisa de referencia para fijar los precios de bienes y servicios.
El incremento, que se hizo efectivo en marzo de este año, supuso pasar el sueldo más bajo -que devengan miles de empleados públicos y pensionistas- de 7 a 130 bolívares, es decir, de 1,60 dólares a 29,68, en un momento en que la tasa oficial de cambio estaba en 4,38 bolívares.
La devaluación
La devaluación de la moneda local en los 6 meses transcurridos desde entonces llevó a que hoy un dólar cueste 7,96 bolívares, por lo que el salario ha quedado reducido a 16,33 dólares.
Según el profesor universitario y director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), Oscar Meza, «no es verdad que se ha logrado un crecimiento orgánico (de la economía) que pueda traducirse en bienestar, por lo menos por la vía del salario».
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El experto dijo a la agencia de Noticias Efe que este ingreso, además de ser el «más bajo de Latinoamérica», está por debajo del umbral de pobreza extrema por rango de ingresos que establece el Banco Mundial, de 1,90 dólares al día, al ser de 0,54 dólares.
Sin embargo, ya en julio se necesitaban 21,20 salarios para acceder a la canasta, cuyo costo es de 470 dólares para una familia de cinco personas, según la medición del Cendas-FVM, que suple la falta de cifras oficiales.
De acuerdo con el artículo 91 de la Constitución, todo trabajador «tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales», es decir, otros gastos básicos además de la alimentación.
Meza, propone que el salario llegue, por lo menos, a 100 dólares mensuales, costo per cápita para satisfacer las necesidades básicas de alimentación. Con información de EFE.
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