Después de lo ocurrido este sábado en el clásico entre Real Madrid y Barcelona, podemos notar varios factores entre los dos equipos que fueron importantes en el partido.
Muchos daban como favorito a los culés, por golear en Champions, por las nuevas promesas, y por el mal momento que pasaba el Real Madrid.
Obviamente perder dos partidos seguidos no es motivo de alegría, pero si algo tenía a favor los merengues para este encuentro, era la jerarquía de su capitán, su técnico, y la plantilla en general.
Zinedine Zidane sabe muy bien como afrontar este tipo de partidos. Conoce muy bien a sus jugadores, les transmite confianza y sabe controlar la plantilla.
Por otro lado, Koeman, viene llegando al equipo, la relación entre los jugadores no es la mejor, el vestuario está dividido, y a pesar de jugar medianamente bien, a la hora de saltar al campo, esto se nota.
Además, con respecto a las caras nuevas como Pedri, Trincao o Ansu Fati, y a pesar de que este último hizo un partidazo, el holandés no puede arriesgar a poner jugadores tan jóvenes en un clásico.
A excepción de Fati, ni Pedri, ni Trincao, Ni Dest (éste también jugó muy bien) había jugado más de 10 partidos con el equipo y a la hora de definir un partido importante, pesa.
«Zizou» por su parte, apostó por la jerarquía de los de siempre, Varane, Ramos, Kroos, Nacho, Benzema, Asensio. Incluso Valverde ya venía jugando con el francés, al igual que Mendy y Vinicius.
Nunca den por vencido al Real Madrid de Zidane y menos en un clásico
Dos mentalidades muy distintas
Son dos plantillas muy diferentes, donde al final, la experiencia se impusó y demostró como se gana un clásico.
Después de esto, y a pesar de que Koeman ha cambiado un poco la cara del plantel, deberá unirse. Deberá tratar de ser un equipo y de que Messi, como capitán y «líder» cree un mejor ambiente entre los compañeros.
Koeman también tiene que ser autocrítico con su plantel, que en el segundo tiempo bajó bastante el nivel, y no quejarse todo el tiempo del VAR o los árbitros. Si bien esto influye, Ronald no puede tapar errores de su equipo con eso.
Por otro lado, esta victoria le puede proporcionar al Real Madrid una confianza e ímpetu tremendo. Ganarle a tu eterno rival tapa u olvida lo mal que venías en Liga y Champions.
Son dos caras completamente distintas de la moneda, que, a la hora de la verdad, notas la diferencia entre ambas.
