La frenética construcción en China de megarefinerías amenaza a sus competidores en Asia ante una demanda deprimida por la pandemia. El gigante asiático está llamado a superar este mismo año a EEUU como el procesador de petróleo más grande del mundo, según reporte de Bloomberg.
Los esfuerzos de China para una menor dependencia de los combustibles fósiles, llevará a la disminución del consumo de diésel y gasolina en su mercado interno. Esto incrementará igualmente las exportaciones de combustible de las nuevas refinerías chinas.
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Además de la depresión de la demanda por la pandemia y al proceso de sustitución a largo plazo de combustibles fósiles, las refinerías dedicadas a la exportación en Corea del Sur, Singapur y Taiwán deben enfrentar la competencia china. Así mismo refinerías en Australia y Filipinas de menor tamaño y con menor sofisticación tecnológica están cerrando.
«China está dispuesta a dominar las nuevas adiciones de refinación y es probable que sus exportaciones de productos aumenten», de acuerdo a Michal Meidan, experto del Oxford Institute for Energy Studies. China planteará una competencia agresiva agrega. Igualmente todo dependerá de la liberación de precios y de sus cuotas de exportación que establezca Beijing.
China tenía una capacidad de refinación de 17,5 millones de barriles diarios de petróleo a finales de 2020. Se espera que supere a EEUU en el procesamiento de crudo este mismo año de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía.
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Efectos de la pandemia
La amenaza a los exportadores de refinados en Asia es tal que China inundó el mercado este año por su débil demanda interna ante una temporada de Año Nuevo Lunar afectado por la pandemia. Esto pese a que Beijing limita las exportaciones de combustibles.
Las ventas chinas de diésel crecieron un 36% más en relación al 2020 con datos aun no completos de marzo. Así mismo es probable que el aumento de las ventas de gasolina al exterior esté por el 25% dice Vortexa.
La pandemia simplemente parece adelantar lo inevitable. La producción de las megarefinerías chinas arropará la demanda en Asia-Pacífico y provocará el cierre de otras procesadoras en la región.
