El continente americano, incluido Estados Unidos ha sufrido una “restricción parcial de la libertad de expresión y prensa”. Cuba, Venezuela y Nicaragua se ubican en los puestos más bajos. Así lo revela la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El estudio que será presentado esta semana en la 76 Asamblea Anual de la SIP. Refleja que el promedio entre los 22 países analizados es de 51.42 puntos sobre 100. Ninguno de ellos alcanzó la puntuación para ubicarse en la categoría de «Libertad de Expresión Plena».
Chile, Argentina, Costa Rica, Uruguay, Canadá, Perú, Paraguay y Jamaica tienen una baja restricción según el escrito.
El periodo estudiado comprende entre el 1 de mayo de 2019 y el 30 de abril de 2020. Allí se señala que Brasil y Bolivia sufren una «alta restricción».
Lo siguen, Colombia, Panamá, México, Honduras, Estados Unidos, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Ecuador con una restricción parcial.
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«Los indicadores para la calificación se derivan de los principios que reafirman el derecho a la libertad de expresión como base angular de toda democracia», explicó este lunes a Efe el profesor León Hernández, investigador de la venezolana Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y coordinador de la investigación.
Asimismo, agregó que los aspectos estudiados se encuentran el acceso a la información pública, el resguardo de las fuentes periodísticas, la censura previa, el establecimiento de medidas administrativas o tributarias que discriminen a medios de comunicación, y hasta «la asignación de frecuencias de radio y televisión y de publicidad para premiar o sancionar líneas editoriales».
Venezuela el peor calificado
En este sentido, Venezuela es el peor calificado de todos y registró una pobre calificación de 3.8 puntos lo que se traduce en 47,62 puntos por debajo del promedio y 76,2 menos del país mejor calificado.
Estados Unidos con una restricción parcial
Lo mas resaltante del informe es la evaluación de Estados Unidos que alcanzó unos 49.6 puntos y lo ubica en la calificación de parcial restricción. En el documento se destaca que «prevalece la influencia desfavorable del entorno Ejecutivo» que lidera el presidente estadounidense, Donald Trump.
«La estrategia comunicacional llevada a cabo por el presidente Donald Trump ha sido calificada como intimidatoria para los periodistas y amenazante hacia los medios que le adversan», señala el documento, que matiza que a la larga los medios y periodistas quedan protegidos por «el fuerte y blindado marco jurídico del Estado».