Tras la nueva cepa del coronavirus, autoridades de Reino Unido están en alerta, y afirman que está «fuera de control», por lo que justifican el nuevo confinamiento en de Londres y el sureste de Inglaterra.
Al respecto, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, en una entrevista con la cadena Sky News reseñada por el portal AS, manifestó su preocupación. Afirmó, «es una enfermedad mortal y debemos controlarla, lo cual es más difícil con esta nueva variante».
«Todo el mundo, en particular quienes viven en regiones designadas Nivel 4 deben comportarse como si tuvieran el virus. Esa es la única forma de poder recuperar el control», advirtió.
En este sentido, Hancock alertó que esperan «meses difíciles” en Reino Unido; por lo que puntualizó que las medidas de confinamiento continuarán en el país, hasta que la vacunación se haya generalizado.
Suspendida Navidad En Londres Ante Aparición De Nueva Cepa De Covid-19
«Será muy difícil tenerla bajo control hasta que hayamos distribuido la vacuna. Con esto tendremos que lidiar durante los próximos dos meses”, acotó la autoridad de salud.
OMS en alerta por nueva cepa
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que está en «contacto cercano» con las autoridades de Reino Unido; después de que una nueva cepa de covid-19 fuera detectada en dicho país.
En una nota publicada por la agencia BBC; la OMS indica que esta nueva variante parece estar propagándose más rápidamente que la versión original; sin embargo, se cree que no es más mortal.
«Creo que esta es una situación que va a empeorar mucho las cosas», dijo el director médico de Inglaterra, Chris Whitty. Pero añadió que hay ciertas cosas que permiten mantener el optimismo; como el hecho de que se está empezando a utilizar la vacuna, que según se asume hasta el momento funcionará para la nueva variante.
De la misma manera, la OMS irá informando a los estados miembro y el público «a medida que aprendamos más sobre las características de esta variante del virus y cualquier implicación».
Por último, amplios sectores del sureste de Reino Unido, incluyendo la capital, Londres, están ahora bajo nuevas y más estrictas restricciones; con el objetivo de frenar la rápida propagación del virus.