El entramado creado para distribuir el petróleo venezolano por el mundo continúa en funcionamiento. Los equipos de investigación del diario español El País y Amando.info, ponen en relieve tres nombres principales en esta red. A saber, el Alex Saab, empresario colombiano detenido en Cabo Verde, Joaquín Leal, empresario mexicano y el italiano Alessandro Bazzoni.
Efectivamente las sanciones estadounidense contra Venezuela dificultan en gran medida el comercio normal de su principal riqueza. Tan es así, que a finales del 2020 se registraron los niveles históricamente más bajos de exportaciones desde Venezuela.
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Sin embargo, la documentación revelada por El País y Armando.Info, demuestra que la red de comercialización creada a la sombra de las sanciones estadounidense sigue vigente. En noviembre, en víspera de las elecciones en EEUU, cuando se mostraba una ventaja de Joe Biden, Venezuela exportó el doble de sus ventas en octubre. Tal vez el repunte se debe a que se espera una relajación de las presiones sobre Venezuela por parte de Biden.
Reuters reseñaba que para noviembre, Venezuela exportó 639.000 barriles diarios de crudo y productos refinados. Durante esos días las sanciones de Washington estaban en plena vigencia. La agencia de noticia pudo constatar el trasiego mediante la revisión del tráfico de tanqueros desde costas venezolanas. Según esos datos, en noviembre se realizaron unos 24 despachos.
Incluso durante ese mismo mes, Reuters informó del uso de empresa fantasmas registradas en Emiratos Árabes Unidos como los nuevos compradores del petróleo venezolano.
La red
Las empresas involucradas en esta red se encuentran en México, Rusia o Emiratos Árabes Unidos. Movilizan el crudo venezolano por todo el mundo, pero con destinos principales a Turquía, Malasia, China y Singapur. Se mueve incluso en territorios bajo la administración de la Autoridad Nacional Palestina.
De acuerdo a la investigación, Pdvsa y los intermediarios utilizan estrategias similares a las utilizadas exitosamente por el régimen para el millonario negocio de los CLAP. Este entramado original, es creación de los colombianos Alex Saab y de su socio Álvaro Pulido Vargas.
Bajo el esquema, estos socios obtuvieron generosos contratos con el gobierno venezolano. Utilizando empresas domiciliadas en Hong Kong, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, triangulaban la compra a empresas mexicanas que le suministraban alimentos baratos y de baja calidad.
Esa maquinaria de corrupción es utilizada en la actualidad, pero ya no se trata de alimentos. La mercancía transada son barriles de petróleo y productos refinados.
«¿Intercambio humanitario?»
El esquema funciona de forma similar a 2019 cuando EEUU sancionó a la empresas del empresario mexicano de 28 años Joaquín Leal, Libre Abordo y Schlager Business Group. Estas operaciones se ocultaban bajo el esquema de «intercambio humanitario».
Empresas rusas y emiratíes, que también entran en el juego, consiguen el petróleo venezolano incluso a crédito o con descuento. Luego Swissoil Trading, empresa que comercia materias primas del italiano Alessandro Bazzoni, realiza el transporte a Singapur, China y Malasia. Estas empresas ocultan el origen del petróleo y lo ponen a nombre de las revendedoras en Asia.
Luego de las sanciones se determinó que las empresas de Leal continuaron realizando estas operaciones. Entre agosto y octubre de 2019, Libre Abordo recibió casi 20 millones de barriles de mezclas de crudo venezolano como Merey 16, Hamaca Blend, Boscán y Special Hamaca Blend, así como combustóleo.
Igualmente en junio del 2020, cuando Alex Saab resultó detenido en Cabo Verde y las empresas de Leal sufrieron las sanciones, otras empresas del mismo consorcio (Delta y Protón) recibieron 15 millones de barriles de puertos venezolanos.
Las sanciones de EEUU terminaron propiciando este entramado corrupto que favorece a un puñado de empresarios y funcionarios. Estos grupos se enriquecen a costa de los venezolanos.