Un informe publicado el miércoles 7 de octubre mostró que las concesiones mineras, así como las operaciones de minería ilegales; ocupan gran parte de la tierra indígena del Amazonas, lo que indudablemente lleva a mayores tasas de deforestación.
El informe lo realizó el «Instituto de Recursos Mundiales» y la «Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada». Este establece que hay aproximadamente 1,5 millones de indígenas en la región amazónica; y las actividades mineras afectan aproximadamente 445.000 kilómetros cuadrados de tierra.
Cabe destacar, que el estudio no incluyó datos sobre las tierras indígenas en la Guayana Francesa y Surinam.
Así mismo, el informe aseguró que aunque las concesiones mineras inactivas representaron la mayoría de estas intersecciones; las concesiones activas y las actividades mineras ilegales cubrieron alrededor de un tercio de las tierras indígenas y contribuyeron a la deforestación.
Tal como lo estableció Peter Veit, director de la iniciativa de tierras y recursos del WRI: “Las tierras indígenas con minería mostraron una mayor tasa de pérdida de bosques en el período de 15 años comprendido entre 2000 y 2015 que las tierras indígenas que no están directamente afectadas por la minería”
En este sentido, en Bolivia, Ecuador y Perú, la tasa de deforestación en las tierras indígenas afectadas por la minería es al menos tres veces mayor que la de las áreas no afectadas; mientras que la tasa de deforestación en Colombia y Venezuela es de una a dos veces mayor.
Al igual que otros sectores, la pandemia de coronavirus ha agravado esta situación; el aumento de los precios del oro y la retirada de las fuerzas militares y policiales han permitido que se amplíen las actividades mineras ilegales.
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Las Comunidades Indígenas No se Oponen a La Minería
Por su parte, Michael McGarrell, representante de la Asociación de Pueblos Amerindios de Guyana; aseguró que las comunidades indígenas no están en contra de la minería si se hace de manera responsable, citando las prácticas mineras artesanales tradicionales.
“No nos oponemos al desarrollo. La minería responsable beneficiará al medio ambiente y a todos nosotros”; concluyó McGarrell