Luiz Inácio Lula da Silva fue el vencedor en medio de las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo este domingo 30 de octubre en Brasil.
La jornada se disputó contra el líder conservador Jair Bolsonaro, quien buscaba la reelección.
Da Silva logró más de 59 millones de votos después de una agresiva campaña electoral que protagonizó junto a su principal contendor político, con quien intercambió fuertes acusaciones.
Durante la campaña candidatos también llegaron hasta insultos en medio de los debates presidenciales donde la gente esperaba escuchar más sus propuestas.
Nuevo mandatario nacional
Ahora el líder del Partido de los Trabajadores (PT) deberá adoptar un discurso de unión tras la polarización que se vivió en los últimos meses y, también, implementar acciones para calmar la incertidumbre en el país.
Según analistas, “la gente no cree que los problemas que agobian a Brasil se puedan resolver en el próximo mandato”.
Esta es la tercera ocasión en la que el líder izquierdista llega al Palacio de Planalto, sede del poder ejecutivo.
La primera vez que se disputó en las urnas fue en 1989, y aunque logró más de 30 millones de votos, fue derrotado en segunda vuelta por el conservador Fernando Collor de Melo.
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Su segunda candidatura fue en 1994. Sin embargo, en esa ocasión ni siquiera logró pasar a segunda vuelta.
Quien llegó finalmente al poder fue Fernando Henrique Cardoso, que hacía parte del Partido de la Social Democracia Brasileña.
El tercer intento fue en los comicios de 1998, cuando sufrió uno de sus peores fracasos políticos debido a que Cardoso fue reelegido con el 51% de los votos.
Da Silva pensó en retirarse de la contienda electoral ante los fracasos anteriores, pero en enero de 2003 se posesionó como el primer presidente obrero de Brasil al obtener el 61% de los votos en la segunda vuelta.
Para ese momento, el líder de izquierda expresó “Yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener un título universitario, consigo mi primer diploma: el título de presidente de la República de mi país”.
En 2006 fue reelegido con más del 60% de los sufragios. En esa ocasión compitió electoralmente con el candidato de la centro-derecha, Geraldo Alckmin.
Los retos de Lula
Uno de los retos más importantes que deberá asumir el nuevo mandatario de Brasil es mejorar el país en materia económica.
Bolsonaro concluye su mandato con una deuda pública superior a la que tenía Brasil cuando subió al poder, equivalente al 77,6% del PIB en el mes de julio.
Otro de los retos que deberá afrontar Lula da Silva es el social. Es importante decir que el desempleo en Brasil bajó al 9,1% entre mayo y junio de este año, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
No obstante, el trabajo informal se ha elevado a los 13,1 millones de brasileños que representan el 39,8% de la población activa.
Se calcula que 33 millones de brasileños pasan hambre y 9,9 millones están desempleados, en un país de 213 millones de habitantes.
Mejorar la seguridad e implementar políticas para cuidar el medio ambiente también son claves en la agenda del próximo gobierno.
Antes de las elecciones, Lula prometió que este sería su último paso por la presidencia con el fin de que en Brasil “hayan nuevos días de progreso”.
Con información de NTN24.com.
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