La incontinencia urinaria, es la pérdida de control de la vejiga, que varía desde una pequeña pérdida de orina al estornudar, toser o reírse; hasta la incapacidad total de controlar la orina. En este sentido, se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra. Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del músculo detrusor. Los principales motivos son: Problemas o daños neurológicos. Es un problema frecuente y que a menudo causa vergüenza.
Este tipo de problemas se puede manifestar de dos formas. En primer lugar, muy discretamente, de manera que la persona pueda controlarlo; o en otro de los casos, que las ganas sean sumamente intensas y las personas necesiten un dispositivo de ayuda como compresas o empapadores.
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Razones
Estas son las principales razones que pueden desarrollar la incontinencia urinaria:
- Maternidad. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios. El útero va creciendo y aumenta su presión sobre la vejiga, lo que puede derivar en problemas de incontinencia urinaria. Esta incontinencia afecta aproximadamente al 40% de las mujeres y suele darse durante el tercer trimestre de embarazo. El mejor método para evitarla, es ir al baño regularmente; ya que con ello no forzarás los músculos responsables de la liberación de la orina, podrás mantenerlos a tono y retener las ganas por más tiempo hasta llegar al baño.
- Menopausia. En la menopausia existen indicios de que los cambios hormonales, en especial la reducción del nivel de estrógenos, afectan a los músculos abdominales y pueden provocar que la vejiga cambie de posición, lo cual deriva en pérdidas de orina.
- Enfermedades Neurológicas. La esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, un accidente cerebrovascular, un tumor cerebral o una lesión medular pueden interferir en las señales nerviosas involucradas en el control de la vejiga y causar incontinencia urinaria.
- Sobrepeso. Algunos estudios sugieren que exceso del peso corporal aumente la presión abdominal. Esto a su vez aumenta la presión del diafragma y la movilidad de la uretra.
- Envejecimiento. La incontinencia también puede ser el resultado natural del proceso de envejecimiento, ya que los músculos de la vejiga se debilitan a medida que una persona envejece.
- Infecciones de orina recurrentes. La cistitis recurrente o recidivada podría ir asociada a la incontinencia urinaria, por el uso de absorbentes, así como a la presencia de prolapso de órganos pélvicos (POP), como por ejemplo el cistocele o vejiga caída como suele conocerse.
- Medicamentos y otras sustancias. Por último, tal como lo cita el diario 800 Noticias: «Puede aparecer como un efecto secundario de ciertos medicamentos y del consumo de ciertas sustancias, que son diuréticas y estimulan la orina o afectan a los músculos o nervios de la vejiga».