Con la pandemia, muchas personas han desarrollado fobias por no querer contagiarse con el Covid-19. De esta forma, surgió la hafefobia, la cual es una fobia específica rara que involucra el miedo de tocar o que te toquen. Así mismo, Es una exageración aguda de las tendencias normales para proteger el espacio personal, expresado como un miedo de contaminación o invasión, y extendiéndose incluso a gente a quien el sujeto conoce.
Este tipo de fobia se incrementó en estos tiempos de pandemia, pues una de las medidas de contagia del Covid es mediante contacto físico con otras personas. Se considera como algo normal cuando tomamos prudencia de distanciamiento como medida preventiva. Sin embargo, obsesionarse con eso y tomar medidas extremistas es lo que desarrolla este tipo de trastornos.
Cabe destacar que este no es el único tipo de fobia que surgió, pues también se han visto casos de la agorafobia que es Miedo a los lugares y las situaciones que pueden ocasionar pánico, impotencia o vergüenza; o el temor a salir de casa.
En un contexto de pandemia, las personas más propensas a desarrollar la hafefobia, son en primer lugar, aquellas que pueden tener más riesgo de complicarse con el Covid; es decir las personas mayores o con enfermedades previas. Así mismo, en segundo lugar pueden desarrollar este trastorno aquellas que hayan experimentado ansiedad o paranoia anteriormente.
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Tratamiento
El mejor tratamiento para superar este tipo de trastorno es asistir con un buen profesional que realice las terapias adecuadas. “Los tratamientos psicológicos que han mostrado mayor evidencia de eficacia son la terapia de exposición y también la terapia cognitiva y de defusión. Esto, para trabajar determinados pensamientos irracionales que suelen estar presentes. Ayudan mucho las técnicas de relajación, como la relajación muscular de Jacobson”. Así lo señala la psicóloga Emilia González Sánchez a el diario Cuídate Plus.
Por su parte, 800 Noticias, comenta que la hafefobia puede traer secuelas si no se trata correctamente. En el aspecto social, «la persona se vuelve mucho más retraída y se mostrará mucho más reacia a la hora de relacionarse con otras personas». Además comentan que: «el aspecto emocional se puede ver muy dañado y es que las personas necesitan el poder relacionarse y mantener un contacto físico con otras para sentirse bien».