La crisis humanitaria que vive Venezuela ha llevado al borde del colapso la frontera entre Colombia y Venezuela. En donde miles de venezolanos pasan para huir de su país mientras se topan con otros que buscan regresar empujados por la pobreza y el coronavirus.
El cruce de venezolanos hacia Colombia se había disminuido con el comienzo de la pandemia pero desde hace varias semanas se avivó nuevamente por las trochas. Esto ha puesto en alerta a las autoridades y organismos humanitarios quienes trabajan en La Parada, en Cúcuta para poder atenderlos a todos.
«Estamos registrando ya un retorno importante de migrantes desde Venezuela hacia el interior de Colombia y hemos iniciado unas medidas especiales. Estas tienen que ver con desincentivar el paso por los caminos irregulares, por las trochas», dijo a Efe el secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de Norte de Santander, Víctor Bautista.
Horas caminando
Entre los que han hecho la travesía se encuentran María Carvajal y su familia quienes han recorrido 730 kilómetros desde Maracay hasta San Cristóbal. Esto para poder iniciar una vida nueva y un mejor futuro.
«Duramos cuatro días para poder llegar aquí con toda mi familia», dice la mujer a Efe y explica que entre ellos hay seis niños. Quienes soportaron largas caminatas.
Contó que a veces tenían suerte y se paraban los carros para darle la cola. Pero que en un momento llegaron a estar caminando por 13 horas continuas.
Ante la posibilidad de desistir de la aventura y regresar a su país la mujer respondió «Por el momento no». Alegando que «la verdad es que en Venezuela ahorita no hay futuro, sin gas, sin gasolina, sin agua, sin comida».
Prohibido el paso hacia Colombia
Esta semana, las autoridades del Departamento del Norte de Santander tomaron medidas para prevenir el paso irregular de migrantes venezolanos por más de 27 trochas.
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«Hemos enviado mensajes a través de la Gobernación del Táchira para comunicarle a la población en Venezuela que no está autorizado en este momento. El ingreso a Colombia ni por pasos formales ni por pasos irregulares de manera que eviten los desplazamientos hacia la zona de la frontera», advirtió.
Más de 700 soldados y 200 policías fueron desplegados en cada punto de la frontera para evitar el paso irregular.
Preocupación sanitaria
Las autoridades no solo se preocupan por la seguridad física de los migrantes sino también por la sanitaria. Ya que al entrar al país de forma irregular y de estar contagiado por coronavirus, al no realizarle ningún control a la persona esta puede contagiar a los demás.
El panorama en la frontera es más complejo ya que así como hay quienes quieren entrar a Colombia hay otros que esperan su turno que vienen de otros países vecinos como Ecuador y Perú.
Entre los que retornan desde Ecuador se encuentran los Álvarez quienes viajaron 2.080 kilómetros desde Guayaquil hasta Cúcuta, allí conocieron a un compatriota, Amado Valero quien viaja con su esposa y una hija pequeña.
«Nosotros salimos de Guayaquil el jueves (8 de octubre), llegamos a Quito donde un familiar y estuvimos dos días, esperando a ver si abrían el paso de la frontera (de Ecuador con Colombia) y como no lo abrieron tuvimos que pasar por las trochas», afirma Valero, quien espera que atravesar la frontera hacia su país sea menos traumático.
Retorno con muchos requisitos
Para retornar a Venezuela los migrantes deben inscribirse en un puesto de la Organización Internacional para las Migraciones en La Parada y luego de pasar por exámenes médicos para detectar si tienen coronavirus, las autoridades colombianas los instalan en campamentos sanitarios transitorios levantaos con la ayuda de la Agencias de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur).
«Son más de 18.000 migrantes que han retornado hacia su país de origen y han tenido en medio de la pandemia una seguridad y un apoyo importante en el paso a través del puente internacional Simón Bolívar», afirma Bautista.
