Las máquinas tragamonedas son máquinas que, a cambio de una cantidad de dinero apostado; dan un tiempo de juego y eventualmente un premio en efectivo.
Aunque los sociólogos a menudo han descrito el juego como una prueba de hombría, las máquinas tragamonedas se consideran una distracción para: «mujeres, niños, adolescentes; los extremadamente pobres, los socialmente despreciados y los personalmente idiosincrásicos” según el antropólogo Clifford Geertz.
Es importante tener en cuenta que no son un juguete. Incluso, son fantásticamente rentables y han crecido como una especie invasora.
Así mismo, en lo que respecta a los casinos, este tipo de máquinas se ha convertido en el evento principal.
De esta forma, cabe resaltar que el botín para los jugadores es irrelevante. Durante mucho tiempo, la industria ha intentado mostrar qué, los más importante es la lección que tienen que enseñarnos sobre la economía moderna.
Las tragamonedas no son como las loterías o la ruleta, en las que los jugadores viven con la esperanza de ganar el premio mayor.
Mulán Hace Historia Con Su Estreno En Una Plataforma De Streaming
La fuerza de adicción
Los adictos a este tipo de máquinas están igualmente enganchados absortos en «la zona”, que es un estado de absorción similar a un trance donde el resto del mundo se disuelve.
Las investigaciones sugieren que las máquinas tragamonedas pueden crear adictos mucho más rápidamente que otras formas de juego, como loterías, juegos de casino o apuestas deportivas.
Por su parte, la antropóloga Natasha Dow Schüll, comunica que una vez vio imágenes, capturadas con la cámara de seguridad de un casino, las cuales mostraban a alguien sufriendo un ataque cardíaco en una máquina tragamonedas.
