Por donde sea que se investigue hay algún procedimiento sospechoso que involucra a los funcionarios de la era chavista – madurista de Venezuela. Esta vez, la revolución bolivariana quedó al descubierto luego del informe FinCEN Files con Pdvsa involucradas en transacciones sospechosas por millones de dólares.
La investigación reveló una serie de documentos filtrados en el que se detectaron múltiples transacciones financieras provenientes de lavado de dinero.
El historial de señalamientos contra las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, parece no ser suficiente para que ambos gobiernos permitieran el flujo de dinero ilícito.
Filtran datos de implicación de grandes bancos en flujo de dinero ilícito
En la investigación, realizada entre el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en colaboración con el portal de noticias Armando.info, se destacan más de 4.800 millones de dólares en transacciones sospechosas, ocurridas desde 2009 hasta el 2017.
Asimismo se señala que el 70% de ese monto está relacionado con el Ministerio de Finanzas y PDVSA; ambas instituciones plagadas de corrupción y abusos desde hace más de una década.
Algunos casos
Una de las informaciones destacadas es la transacción por 262 millones de dólares realizada por el disuelto banco Espirito Santo, a una empresa de la familia de Alejandro Ceballos, un empresario de la construcción. Esta operación estaría dirigida a un contrato en el que se construirían 1.540 viviendas en San Francisco de Yare, a las afueras de Caracas.
Otro de los acusados es Alejandro Betancourt. El joven magnate de la energía es señalado por los contratos que hizo con el gobierno de Hugo Chávez, para suministrar equipos en medio de la crisis eléctrica de 2009.
Estos datos los publica este martes el diario El País, de España.
En los informes de FinCEN Files no se escapa el colombiano Álex Saab. Sus transacciones a través de una cuenta en un banco de Antigua y Barbuda ya levantaban banderas rojas; según la investigación de Roberto Deniz publicada en Armando.info. Todo esto, antes de recibir la sanción de Estados Unidos, por lavado de dinero.
La investigación reveló que los grandes bancos desafían el control del Departamento del Tesoro, a través de su unidad de inteligencia financiera mejor conocida por su acrónimo FinCEN. Así logran que los acusados, condenados y sancionados puedan seguir operando con el dinero que logran ingresar al sistema bancario.