Las fuerzas políticas que acompañan al régimen en su empeño por celebrar elecciones el 6D, iniciaron la campaña para llegar a la Asamblea Nacional; han hecho caso omiso a las recomendaciones de la OMS para prevenir el Covid-19.
Este jueves se desarrolló una concentración en el estadio Luis Aparicio de Maracaibo, estado Zulia, con la presencia del primer vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, ante una multitud.
Aglomerados, sin distanciamiento y aunque llevaran mascarilla, más de uno se despojó de esta o la llevaba mal colocada.
Ni siquiera en la tarima donde estaban Cabello y el gobernador del Zulia, Omar Prieto, hubo conciencia de mantener el distanciamiento, a pesar que estos dos pasaron por un “gran susto” contagiados con el coronavirus.
Las imágenes se difundieron a través de las redes sociales como pólvora.
El estado Zulia, durante los primeros meses de la pandemia, concentró el mayor número de casos de Covid-19 y decesos, producto de un foco de transmisión múltiple detectado en el Mercado Las Pulgas de Maracaibo. Asimismo es la entidad con mayor número de víctimas del personal de salud.
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Rebasada la capacidad
El evento político de este jueves fue descrito por Panorama, como un espacio “desbordado de militantes y con unas medidas de bioseguridad rebasadas en su capacidad, como el distanciamiento social”, a pesar de las “exigencias” del CNE para la campaña electoral.
Según el diario zuliano, en la entrada al estadio se estableció un protocolo de ingreso con la desinfección y revisión de cada uno de los asistentes, pero el número de personas movilizadas para el mitin de candidato por voto lista nacional, superó su capacidad habilitada.
A la 1:30 comenzó el ingreso a las tribunas, pero no fue sino hasta las 5:00 de la tarde que Cabello llegó al lugar. Los organizadores hacían llamados al público para cuidar las medidas preventivas, pero no fue suficiente.
Reacciones
Las reacciones no faltaron entre los zulianos que criticaron el acto político.
En las redes sociales los mensajes hacían alusión a las restricciones aplicadas a la Bajada de La Chinita, para impedir aglomeraciones en torno a la celebración religiosa. En cambio, no se apreció lo mismo con la campaña.