A casi un mes de la explosión en el puerto de Beirut, Líbano, el Banco Mundial (BM), estimó que las pérdidas por los daños registrados en este país llegan alrededor de 4.600 millones de dólares.
A través de un informe del organismo internacional, los cálculos preliminares indican que el siniestro causó entre 3.800 y 4.600 millones de dólares en daños en las propiedades físicas. Mientras que sitúa entre los 2.900 y los 3.500 millones las pérdidas que han sufrido los sectores económicos; de los cuales los más afectados son la vivienda, el transporte y los bienes culturales.
Este cálculo se ha realizado en la llamada Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (RDNA, por sus siglas en inglés). En colaboración con la ONU, la Unión Europea, el Gobierno del Líbano y su sociedad civil, entre otros, apuntó el BM en un comunicado.
Asimismo, según el BM, los tres principales efectos económicos de la explosión en Beirut son: «pérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción del capital físico, interrupciones comerciales y pérdidas de ingresos fiscales para el Gobierno».
Por su parte, las primeras cifras ofrecidas por el presidente libanés, Michel Aoun, y el Gobierno interino, se calculó en 15.000 millones de dólares las pérdidas.
Eso es en cifras monetarias, lo que dejó la deflagración de 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas durante seis años sin custodiar en el puerto de Beirut.
Indican que las necesidades de reconstrucción y recuperación del sector público para este año y el próximo se calcula que están entre 1.800 millones de dólares y 2.200.
2.750 toneladas de nitrato de amonio, el motivo de la explosión en Beirut que dejó devastación y muerte
El Líbano ya registraba crisis económica
Asimismo, autoridades destacan que antes de esta catástrofe, el Líbano se enfrentaba a varias crisis. Muchas de ellas «agravadas con proyecciones del crecimiento del PIB real en 2020 muy por debajo de los dos dígitos negativos, impulsadas por los efectos secundarios del conflicto de Siria», país del cual es vecino.
«El desastre no solo exacerbará la contracción de la actividad económica, sino que también empeorará las tasas de pobreza; que ya estaban en el 45% de la población justo antes de la explosión», se asegura en el comunicado.
El Líbano sufre su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990). La pérdida de valor de su divisa local, la libra libanesa, en más del 80 % en el mercado ilegal paralelo.
Finalmente, el BM aseguró que son «esenciales» tanto la ayuda internacional como la inversión privada. Recursos que se requieren para una completa recuperación y construcción «dado el estado de insolvencia del Líbano y la falta de suficientes reservas de divisas».