Las tensiones entre Pekín y Washington obligan a los fabricantes de manufacturas en Hong Kong al uso del «Made in China» por el sello tradicional de «Made in Hong Kong».
Es el caso de la centenaria fábrica de salsas Koon Chun muy apreciada en el mundo. Esta empresa familiar sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y diversas crisis económica. Más recientemente se enfrentó a la progresiva desaparición de la industria manufacturera en Hong Kong por no poder competir con China continental y su mano de obra barata, según reseña AFP.
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El fin precipitado del sello «Made in Hong Kong» ocurrió cuando EEUU anunció la nueva norma desde agosto. La medida se dio en respuesta a la ley de seguridad que China impone a Hong Kong. La manufactura que salen del territorio semiautónomo hacia EEUU debe de llevar la inscripción «hecho en China».
La ley de seguridad china es una respuesta del gobierno central a las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong.
La aduanas en EEUU hicieron el anuncio apenas dos días antes que un envío de 1.300 cajas de salsa Koon Chun partiera con destino a Atlanta.
Los empleados de la factoría tuvieron que hacer un reetiquetado en tiempo récord para cumplir con la disposición. La labor fue calificada (en conversación con AFP) como una «misión imposible» por Daniel Chan cuyo abuelo fundó Koon Chun en 1928.
Las repercusiones económicas de la decisión fueron inmediatas. Sin embargo el ministro de Comercio de Hong Kong anunció que EEUU postergó la nueva reglamentación sobre la etiqueta para noviembre.
El fin de dos sistemas un país
La marca Koon Chun es una de las primeras perjudicadas como todo lo fabricado en Hong Kong.
«Imaginaba que algo ocurriría en torno a 2047, fecha oficial del fin del principio ‘un país, dos sistemas'», afirma Chan.
En el 2047 sería el fin de la política impuesta en Hong Kong, luego de la devolución a China de manos británicas en 1997. El acuerdo garantizaba 50 años de libertades para el territorio hongkonés con las que no se cuentan en China.
Las exportación a EEUU de productos hechos en Hong Kong es apenas de 400 millones de dólares. Esa cifra representa el 0,1% de las exportaciones del territorio.
Sin embargo para Koon Chun es una noticia de gran repercusión. La marca que creció en EEUU gracias a la migración china, exporta la mitad de su mercancía a ése país.
Los temores de Chan, que estudió en Harvard, giran en torno a que otros mercados tomen el mismo camino de EEUU.
«Dentro de 20 o 30 años, la gente solamente tendrá ‘Made in China’ y se olvidará de Hong Kong», se lamenta, antes de añadir: «Todo esto es muy triste».