Más de cincuenta países no reconocen a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. En 2020, ya son siete años en el poder y parece no rendirse.
Durante este año, desde Miraflores han hecho lo imposible y lo impensable para continuar en el poder.
Para muchos analistas, la pandemia del Covid-19 fue como anillo al dedo para que el régimen tuviera mayor control de la sociedad.
Sin embargo, la oposición venezolana no dejó de usar estrategias para seguir debilitando a la dictadura.
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Las elecciones parlamentarias
A la dictadura no le importa nada. Han dicho, incluso, en varias ocasiones que lo que diga la comunidad internacional sobre la democracia venezolana, «les resbala».
Y parece que es así, porque el 6 de diciembre volvieron a cometer un fraude electoral al mejor estilo de Hollywood.
La «película» comenzó en el TSJ nombrando a dedo los nuevos rectores del CNE; con el protagonismo de opositores disidentes presuntamente aliados al régimen.
A través del Consejo Nacional Electoral se «fabricaron» casi 6 millones de votos para sustentar la supuesta victoria de la Asamblea Nacional. Lo que se presentó como resultados oficiales, fue puesto en duda por nombres de ganadores de «última hora»: dejaban al descubierto los pactos entre dirigentes que antes eran adversarios.
El evento electoral, obviamente no fue reconocido por gran parte de la comunidad internacional y mucho menos por el pueblo venezolano. Incluso desde antes de realizarse.
Organismos como la Unión Europea aceptaron la invitación de Maduro para revisar si habían condiciones para participar como observadores; pero la visita de la comisión solo sirvió para confirmar lo que ya se venía diciendo desde las filas de la oposición.
La consulta popular
Después, Juan Guaidó, como líder de la oposición y presidente encargado del país, convocó a otra consulta popular del 7 al 12 de diciembre.
La intención era que los venezolanos, dentro y fuera del país, respaldaran la continuidad de la Asamblea Nacional electa en 2015 y rechazaran las del 6D.
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También, Guaidó buscaba la forma de reactivar la calle en Venezuela, pero el intento pareció haber sido infructuoso.
Es que, como se escucha a diario en las calles: la gente está cansada. Muchos ya no creen en casi nadie y solo se dedican a trabajar para comer.
El revocatorio del 2022
Nicolás Maduro ha dicho varias veces durante este año que, el 10 de enero de 2022 podría comenzar el proceso de revocatorio en su contra.
Ello, según el artículo 72 de la Constitución, que establece que el procedimiento podría ser solicitado una vez transcurrido la mitad del período para el cual fue electo.
«Todo aquel opositor que quiera ejercer su derecho constitucional a recoger firmas y solicitar un referendo, tiene su derecho y puede ejercerlo», dijo este lunes.
La posible predicción de Chávez
Muchos venezolanos se preguntan: «¿hasta cuándo será esto?», otros responden: «Ya ni sabemos. Será hasta cuando Dios decida».
Es que, en Venezuela todo es incierto. A pesar de los intentos por tener un cambio, nada parece salir bien.
Pero, hay una frase que escuchamos muchas veces desde hace más de diez años: «Hasta el 2021», dijo Hugo Chávez.
En 2008, por ejemplo, dijo que su mandato llegaba hasta después del 24 de junio de 2021, lo que significaría también el fin de la revolución, tomando en cuenta que él era su líder.
«Después del acto del 24 de junio de 2021 ahí sí es verdad que les pido permiso para retirarme», expresó.
En conclusión, no sabemos si Maduro llegará al 2025 o si la revolución se acabará en 2021. De lo que sí estamos seguros es que, la crisis se acentúa y no vemos una luz al final de este tormentoso túnel.
